Blog de Odontología y

Rehabilitación Oral

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¿En qué consiste la extracción de cordales y cuáles son los cuidados en casa?

Introducción a la extracción de cordales

La extracción de cordales, comúnmente conocidas como muelas del juicio, es un procedimiento frecuentemente realizado en el campo de la odontología. Estas muelas suelen emerger entre los 17 y 25 años, un período en el que la mayoría de las estructuras dentales permanentes ya están completamente desarrolladas y en funcionamiento. En muchos individuos, la aparición de las cordales puede ocasionar problemas debido a la limitada disponibilidad de espacio en la cavidad bucal o debido a su erupción en una posición desfavorable.

Las cordales son técnicamente conocidas como los terceros molares y, aunque no siempre es necesario proceder a su extracción, hay casos específicos en los que esta intervención se vuelve imprescindible. La falta de espacio puede causar que las muelas del juicio queden atrapadas bajo la encía (conocido como “retenidas”) o erupcionen parcialmente, lo que a menudo da lugar a molestias significativas.

Entre las principales razones para la extracción de las cordales se encuentran el dolor persistente, las infecciones recurrentes (como la pericoronitis), el daño a dientes adyacentes, y el riesgo de desarrollar quistes o tumores alrededor del tercer molar impactado. Asimismo, la dificultad para mantener una higiene oral adecuada debido a la posición de las muelas del juicio puede aumentar considerablemente el riesgo de caries y enfermedades periodontales.

Los síntomas que suelen acompañar a los problemas con las muelas del juicio incluyen inflamación y dolor en la zona posterior de la mandíbula, dificultad para abrir la boca, y mal aliento persistente. En casos más severos, puede haber hinchazón facial y fiebre. No abordar estos problemas de manera oportuna puede llevar a complicaciones mayores, lo que resalta la importancia de una evaluación dental periódica y, si es necesario, la pronta extracción de las cordales.

El procedimiento de extracción de cordales

El procedimiento de extracción de cordales, también conocidas como muelas del juicio, depende de varios factores como la posición y el estado de las muelas. Inicialmente, el dentista o cirujano oral realiza una evaluación clínica y radiográfica detallada. Esta evaluación ayuda a determinar la complejidad de la extracción y a planificar las técnicas quirúrgicas más adecuadas.

La extracción de cordales suele llevarse a cabo bajo anestesia local para adormecer el área afectada. En algunos casos, puede utilizarse anestesia general, especialmente si la extracción es más compleja o si el paciente presenta ansiedad. Con la anestesia en su lugar, el procedimiento comienza con una incisión en el tejido de las encías para exponer el diente y el hueso. Si el cordal está impactado, es decir, no ha emergido completamente, puede ser necesario retirar una pequeña cantidad de hueso para acceder al diente.

A continuación, el dentista o cirujano emplea diferentes técnicas quirúrgicas para extraer la muela del juicio. En algunos casos, el diente puede ser seccionado en partes para facilitar su extracción. Una vez que el cordal ha sido retirado, la limpieza del área es una parte crucial para evitar infecciones. En algunas situaciones, se colocan puntos de sutura para cerrar la incisión y favorecer la cicatrización.

Los cuidados postoperatorios inmediatos incluyen la aplicación de hielo en la cara para minimizar la hinchazón, y el uso de medicamentos prescritos para manejar el dolor y prevenir infecciones. Se recomienda evitar alimentos duros y calientes, además de mantener una buena higiene oral sin cepillar directamente el área quirúrgica.

El tiempo de recuperación varía según la complejidad de la extracción y la respuesta individual del paciente. Generalmente, el proceso de cicatrización inicial toma aproximadamente una semana, pero la recuperación completa del área puede tardar algunas semanas más. Durante el proceso de cicatrización, es común experimentar hinchazón y algunas molestias, las cuales irán disminuyendo gradualmente.

Posibles complicaciones y cómo manejarlas

La extracción de cordales, también conocidas como muelas del juicio, aunque común, no está exenta de complicaciones. Algunas de las más frecuentes incluyen infecciones, sangrado excesivo, daño a nervios y alveolitis seca. Reconocer estos problemas a tiempo es crucial para una adecuada recuperación.

Una de las complicaciones más recurrentes es la infección postoperatoria. Se presenta generalmente con inflamación, dolor intenso y enrojecimiento en el área afectada, y a veces fiebre. Para prevenir infecciones, es esencial seguir las recomendaciones de higiene oral y completar el ciclo de antibióticos prescritos por su odontólogo. En caso de sospecha de infección, se debe consultar al profesional de inmediato.

El sangrado excesivo después de la extracción es otra posible complicación. Mientras que un leve sangrado es normal durante las primeras 24 horas, sangrados profusos o prolongados pueden ser indicativos de un problema subyacente. Para controlar el sangrado, se recomienda morder una gasa estéril aplicada en el área afectada durante al menos 30 minutos. Si el sangrado persiste, es imperativo buscar atención dental urgencia.

Otro problema potencial es el daño a nervios cercanos. Este tipo de lesión puede causar entumecimiento prolongado, hormigueo o sensaciones anormales en la lengua, labios, barbilla o encías. Aunque la mayoría de estos síntomas son temporales, si persisten más allá de unos pocos días, es recomendable realizar una consulta odontológica para evaluar el estado del nervio.

Finalmente, la alveolitis seca, una dolorosa condición que ocurre cuando el coágulo de sangre que se forma post-extracción se disuelve o desaloja prematuramente, dejando el hueso y los nervios expuestos. Los síntomas incluyen dolor severo y mal olor en la boca. El tratamiento generalmente consiste en la limpieza del área y la aplicación de una medicación específica por parte del odontólogo.

Es fundamental estar atento a estos signos y síntomas tras la extracción de cordales y no dudar en buscar asesoría profesional en caso de presentar cualquiera de las complicaciones mencionadas. Un manejo adecuado y a tiempo puede hacer la diferencia en el proceso de recuperación.

Cuidados en casa después de la extracción

El autocuidado después de una extracción de cordales es crucial para una recuperación rápida y sin complicaciones. Una de las prácticas más importantes es mantener una alimentación adecuada. Durante las primeras 24 horas, es recomendable consumir alimentos suaves y fáciles de masticar, como purés, yogur, caldos y gelatinas. Evite los alimentos calientes, picantes o duros, ya que pueden irritar el área de la extracción.

La higiene oral es otro pilar fundamental en el proceso de recuperación. Aunque debe evitarse cepillar directamente sobre la zona afectada, es importante limpiar el resto de la boca con suavidad. Enjuagues bucales con agua tibia y sal, realizados varias veces al día, pueden ayudar a mantener la zona limpia y reducir el riesgo de infección.

La gestión del dolor y la inflamación es esencial en los cuidados postoperatorios. El uso de bolsas de hielo en la cara, aplicadas de 15 a 20 minutos durante las primeras 48 horas, puede reducir significativamente la inflamación. Siguiendo las indicaciones del odontólogo, se deben administrar los medicamentos recetados para el dolor y la inflamación. En algunos casos, se pueden utilizar analgésicos de venta libre como el ibuprofeno.

Es importante evitar ciertos hábitos durante el periodo de recuperación. No fume ni consuma alcohol, ya que estos pueden interferir con el proceso de cicatrización. Asimismo, evite actividades físicas intensas durante los primeros días para no aumentar el riesgo de sangrado.

Los medicamentos recetados deben tomarse estrictamente según las indicaciones del dentista. Además, algunos remedios caseros, como el uso de saquitos de té negro (que contienen ácido tánico) pueden ser beneficiosos para reducir el dolor y controlar el sangrado.

Seguir estas recomendaciones no solo facilitará una recuperación más rápida, sino que también contribuirá a minimizar el riesgo de complicaciones postoperatorias. La correcta combinación de alimentación adecuada, higiene oral, manejo del dolor y la evitación de hábitos perjudiciales son claves para una recuperación exitosa.

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